Africa no mía

Para la explotación “barata” de los recursos naturales del siempre expoliado continente negro, cuentan con el concurso de una diversidad importante de identidades subalternas a la gran nación africana.

Por: Juancho Caminos

Darfour, en el oeste de la República de Sudán, es el escenario del primer genocidio del siglo XXI. Luego de alcanzada su independencia de Inglaterra y Egipto, en Sudán se desarrollaron dos guerras civiles entre los habitantes del norte que son árabes y musulmanes, “versus” el sur, con una nutrida población animista y cristiana. Aunque todo está más mezclado y la problemática, oscurecida por las propagandizadas “guerras religiosas” y la “limpieza étnica”, sería bastante más sencilla y primaria. La creciente influencia de la diplomacia China en la región habría desplazado a los norteamericanos de un protagonismo mayor en la región. Por parte de occidente quedaría operando en la zona, una débil gestión francesa y una “humanitaria” presencia de las Naciones Unidas más una infinidad de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) “ayudando”. Muchas de estas, parecen que están haciendo su “agosto” con el tráfico de personas, que recordemos es la tercera actividad más lucrativa del mundo luego del narcotráfico y la venta de armas. Conviene recordar, especialmente en esta oportunidad, la muy acertada intervención del Vaticano, en distintas oportunidades y desde hace muchos años, en torno a este monstruoso tema. En la voz del propio Juan Pablo II que denunció virilmente, lo en aquella década del noventa, y en tiempos del genocidio en Ruanda, sucedía de la mano de una importante cantidad de “Organizaciones No Gubernamentales”. Acompañando a las tropas mercenarias, que pululaban como ahora, iban seleccionando a los “donantes” de órganos que luego aparecían masacrados en estas terribles contiendas étnicas, guerras religiosas o civiles. Tomó estado público, por aquellos tiempos, la demanda constante de transplantes urgentes y caros para personas ricas y enfermas de los países ricos y enfermos, principalmente en Europa y EE.UU. En esta ocasión parece, que los “donantes” serían transportados “en pie” a su lugar de destino. Inclusive, quizás, por un lapso de tiempo estos niños reciban un esmerado trato que aseguraría una perfecta alimentación y buena salud de todos sus “órganos”. Lo macabro no es la información sino los sucesos. Aunque el desarrollo de la truculencia suele servir como justificación del velo del espanto. Los recursos petroleros de Sudán, el 73% de sus ingresos, habrían sido capturados por los ávidos chinos en plena expansión, ¿estarán solos los orientales en este distorsionado desarrollo? El gobierno del Partido Comunista Chino viene desarrollando una diplomacia aguerrida en todo el norte de África, casualmente con abundancia de petróleo. La distribución de estas riquezas, puntualmente evitada por los poderosos y adictos sistémicos al oro negro, tiene en el continente negro a su más notoria, antigua y escandalosa postergación universal. Para la explotación “barata” de los recursos naturales del siempre expoliado continente negro, cuentan con el concurso de una diversidad importante de identidades subalternas a la gran Nación Africana. Grupos étnicos, religiones monoteístas, animismo, miles de tribus y que tienen “diferencias”, han sido expresamente violentadas entre sí por los países coloniales a los efectos de la dominación. Lo que fue sembrado y regado a partir del mil setecientos aproximadamente, desde afuera, hoy tiene una mimetización con la realidad que nos parece decir e informar que siempre fue así. En este módulo del exterminio fraterno ya hay como un inercial, “funciona solo”. Y si no, por las dudas, se lo ayuda bastante. Hasta un premio Nóbel nos “educa” acerca de lo imbéciles que serían los negros y que, precisamente por esa razón les pasan estas cosas terribles. Comunidades enteras donde se han sembrado experimentos bacteriológicos y que hoy sobreviven a duras penas. Esterilizaciones femeninas en masa. El experimento macabro de control poblacional que es el sida y que se les escapó de las manos, han convertido al África en un continente infectado, sumando más y devastadores genocidios.