miércoles, 14 de noviembre de 2007

Sigo siendo el Rey


Los reyes fueron recibidos por una multitud que se proclamó "española".

El rey Juan Carlos I de España efectuó ayer una controvertida visita al enclave español de Ceuta, al norte de Marruecos, un viaje que provocó una viva tensión diplomática con Rabat que reivindica ese territorio. "Tenía un compromiso pendiente con Ceuta, con los ceutíes y con sus autoridades, pero también con nosotros mismos como reyes que se deben, ante todo, a todos los españoles", afirmó don Juan Carlos, tras ser recibido por decenas de miles de ceutíes al grito de "¡Viva España!" y "¡Ceuta español!" En un discurso pronunciado ante la asamblea municipal de esta ciudad autónoma, el soberano no hizo ninguna alusión a la tensión causada por su visita con Rabat, que considera Ceuta y Melilla ciudades "ocupadas". Marruecos calificó esta visita de "lamentable" y su soberano, Mohamed VI, llamó a su embajador en Madrid a consultas. "No quería dejar pasar más tiempo sin venir a Ceuta, para expresaros todo nuestro afecto y apoyo, al igual que lo hemos venido haciendo en tantas otras ciudades y lugares de España", dijo el monarca, alabando su "armónico espíritu de integración y convivencia" entre culturas y religiones. El rey Juan Carlos apareció brevemente, en compañía de su esposa, la reina Sofía, en el balcón del ayuntamiento para saludar a los ceutíes, la mayoría españoles de confesión católica, que representan poco más de la mitad de los 75.000 habitantes de este puerto de 18,5 km2 reivindicado por Marruecos desde su independencia en 1956. Las escuelas, comercios y administraciones públicas cerraron durante la visita real. Esta visita constituye el primer punto negro en las relaciones entre Rabat y Madrid, que habían mejorada notablemente tras la llegada al poder en España del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Un millar de marroquíes se manifestaron ante el puesto fronterizo de Bab Sebta cerca de Ceuta contra la visita de Juan Carlos.

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