Duelo de Halcones

El canciller uruguayo afirmó que los técnicos argentinos llegaron a la cumbre de Chile con la instrucción de "no reunirse ni emitir ningún comunicado conjunto" y que Kirchner rechazó un encuentro con Tabaré.

En el juego de acusaciones cruzadas, esta vez la artillería pesada cruzó el Río de la Plata desde Montevideo y con destino Buenos Aires. El responsable fue el canciller uruguayo, Reynaldo Gargano, quien afirmó que el presidente Tabaré Vázquez aprobó el comienzo de actividades de la pastera Botnia por una supuesta negativa de su par argentino, Néstor Kirchner, a mantener un encuentro privado en el marco de la Cumbre Iberoamericana que se desarrolla en Chile. Sin dudas, las palabras del canciller rebotarán duro en la Casa Rosada, ya que el pase de factura es de un monto muy alto y habla directamente de la falta de interés del gobierno de Kirchner de negociar con su par uruguayo, justamente la acusación que desde aquí le adjudicaban a Tabaré. Según Gargano, el líder uruguayo firmó la habilitación a la pastera Botnia durante la de Chile debido a la negativa del gobierno argentino de efectuar una reunión entre los presidentes, tal como lo había propuesto el jefe de la diplomacia española, Miguel Angel Moratinos. Gargano señaló además que los técnicos argentinos llegaron a la cumbre el miércoles con la instrucción de "no reunirse ni emitir ningún comunicado conjunto", mientras que la delegación uruguaya arribó en la mañana del lunes pasado.
El canciller del Uruguay aseguró que ante esta circunstancia el español Moratinos propuso una reunión entre los presidentes Vázquez y Néstor Kirchner, algo que también habría recibido una negativa por parte del gobierno argentino. "Nosotros dijimos que sería bueno que primero los técnicos dijeran si había posibilidad de hacer algo. Pero aceptamos. La respuesta del lado argentino fue negativa porque dijeron ¿y después de la foto qué?´", señaló Gargajo. Con esto, además, vuelven a aparecer versiones cruzadas con voceros de ambos gobiernos en disputa, ya que luego de conocerse la versión de un cruce informal entre Kirchner y Tabaré, donde el argentino le habría dicho que “Le diste una puñalada, no a mí sino a todo el pueblo argentino”, hecho que desmintieron del otro lado del Río de la Plata.