Las invasiones bárbaras

La excusa nuclear no alcanzaría para justificar una nueva intervención, en este caso a irán. El estado persa estaría considerando la creación de un mercado de valores petrolíferos que solo opere en euros.

Por: Juancho Caminos

Uno de los reales motivos de la invasión de EE.UU. a Irak, fue la adopción, por parte del país árabe, del euro como moneda de intercambio comercial-petrolífero, en reemplazo del cada vez más complicado dólar. Venezuela, Rusia y Noruega, ya tendrían prácticamente decidido el cambio de moneda operacional. En algunos países se está hablando de la sustitución del dólar por una canasta de monedas más seguras. Irán desde hace meses que viene realizando todas las operaciones en yenes, claro que su principal comprador es el Japón. Pero ahora está en vías de ampliar su operatoria en otras monedas con sus compradores asiáticos y europeos. Irán es el tercer exportador de petróleo mundial. Estados Unidos ha sido el exclusivo beneficiario durante décadas de funcionamiento de los petro-dólares. Hoy su déficit presupuestario y sus crisis financieras, están siendo sostenidos principalmente por esta fenomenal red monetaria impuesta en la segunda mitad del siglo XX. A la incuestionable fortaleza económica del “gigante” anglosajón, hoy se le estaría correspondiendo una peligrosa debilidad financiera que a futuro y de continuar, puede llegar a ser letal. Muchas economías mundiales importantes y de distintos continentes, siguen este proceso no solo para proteger sus intereses y no quedar pegados en una estrepitosa caída del dólar, sino que estarían especulando con un nuevo “realineamiento” monetario internacional. Hay una solapada guerra que no se declara nítidamente por ninguno de los contendientes. La guerra de predominio mundial, estaría entrando en su fase acuciante de los recursos con fecha de vencimiento, anunciada como muy cercana, y que a esta altura de la situación pareciera más propaganda de guerra que otra cosa. ¿Es tan inminente el fin del petróleo? ¿O lo dramático de la “escasez”, estaría habilitando a los grupos poderosos hacer cualquier cosa para obtenerlos? Y si están en manos de un fundamentalista mejor, por el supuesto menor costo político-mediático. La coyuntura internacional crítica siempre es una oportunidad en una dirección u otra. En este caso, nos inclinamos a pensar que se está abonando el terreno para un nuevo reparto, con un serio replanteo en desmedro de Norteamérica como estado, no así para algunos intereses financieros con sede en EE.UU. pero “globalizados”. La excusa nuclear no alcanzaría para justificar una nueva intervención, en este caso a Irán. El estado persa estaría considerando la creación de un mercado de valores petrolíferos que solo opere en euros. Hasta ahora dos bolsas están asociadas a esta probable decisión iraní: la NYMEX de Nueva York y la IPE (Internacional Petroleum Exchange) de Londres. De producirse este hecho muchas economías ávidas de petróleo, pero también de tranquilidad financiera, adherirían plenamente al proyecto. Esto traería aparejado una merma muy grande del valor real del dólar. Como se sabe, desde la época de Nixon, la moneda estadounidense ya no tiene ningún respaldo más que la confianza “psicológica” impuesta de facto por los intereses financieros que han manejado los resortes estatales. Quizás estemos asistiendo al fin de un período, a un recambio o al avance firme del poder financiero “global”. La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), lentamente se ha ido convirtiendo en un ministerio más del “gobierno mundial” actual y en ciernes. Aunque, por supuesto, ninguno de sus integrantes es soberano y se manifiestan como meros funcionarios leales de algún proyecto que los supera y abarca. Una puja internacional para ver que sector maneja el “ministerio” y en consecuencia quién es el dirigente de la OPEP que ocupa el cargo de ministro. Ahora que encontró un mega yacimiento, Brasil también estaría dispuesto a arrimar sus “porotos” en la disputa petrolera.