miércoles, 5 de diciembre de 2007

Patear la pelota


La publicidad o posibilidad de exhibir un cierto éxito de gestión en la materia de la concertación social, no pasa por un buen momento. Es una asignatura pendiente. Es más, se la llevaron a marzo.

Por: Juancho Caminos

Se han complicando, por acumulación de gestión y desgaste, las condiciones para el desarrollo o construcción de un humilde pacto social, no hablemos ya de una obra maestra de la ingeniería social. Para ser más claros, no se sabe bien quien va a ser el encargado de anunciar las pobres novedades, que de esa materia pareciera que está informado el futuro inmediato. O de presentar un dibujo, aunque más no sea, para hacer como que se contienen los terribles desfasajes de nuestra economía en general y la creciente brecha social. La publicidad o posibilidad de exhibir un cierto éxito de gestión en la materia de la concertación social, no pasa por un buen momento. Es una asignatura pendiente. Es más, se la llevaron a marzo. Postergación fáctica, que es un deseo expreso de la gestión matrimonial. Seguramente un amplio sector de la población se va a ver afectada por un pacto “entre algunos caballeros” que desean conservar las condiciones para el enriquecimiento de escasos grupos de la sociedad. La política económica regida por la buscada inmediatez en la ventaja de la encuesta y los índices de popularidad, ha llevado, en un marcado tono especulativo también, a generar una economía financiera “fácil”. La ganancia financiera al alcance de todos. La aceleración mediática de unos y otros ha alimentado esta superficialidad. Se ha inducido, por vía de exhibir las “destrezas” financieras del santacruceño mayor, a invertir financieramente. Lo financiero esta “protegido”, hasta que deje de estarlo. Una vez más, quizás se esté preparando un nuevo manotazo de los dineros populares, amén de la sangría cotidiana y vigente. Es más, hay una renovada promoción de supuestas “picardías” y vivezas de “caja”, que es a lo supuestamente se va a dedicar Néstor que es Cristina, como aciertos y políticas de estado. Crearon infinidad de bonos para recaudar y pagar indexado, tirando la pelota para adelante. Bueno ya estamos en “ese” adelante, con una creciente complicación de ajuste. ¿Qué hacer? Inventemos nuestra propia inflación. Dibujemos la inflación necesaria. Otra pelota para adelante. El inconveniente, es que lo de “adelante”, cada vez se viene más rápido. Las jubilaciones de la campaña electoral profunda, que se trabajó sobre la base de un padrón de aproximadamente un millón y medio de personas beneficiadas, tienen un costo adicional tremendo porque al no ser genuinamente financiadas por el sistema provisional, más allá que se lo merezcan y les corresponda (la falta de desarrollo de la economía real genera un moroso e injusto sistema de previsión social), son absolutamente artificiales y una bomba de tiempo. Recordemos el retorno, muy promocionado y nacional-estado-peronista (bueno, ¡bah!), al sistema de reparto de cientos de miles de trabajadores aportantes a las AFJP. Primero se les dijo que podían ser inversores, como pequeños empresarios que pasan a invertir en el desconocido mercado de capitales, nada menos que ¡su propia jubilación! Después les dijeron que era más seguro el sistema de reparto. De esa manera lo vuelven a controlar meramente para financiar “políticas” oficiales específicas. Pero además, están repatriando por ley, los fondos de la AFJP que “especulan” en el exterior. De esa manera pretenden poder afrontar “obligaciones” usurarias en un futuro inmediato-en el 2008 vencen diez mil millones de dólares-. Mientras tanto, de la repatriación de los fondos de Santa Cruz ni se habla. Eso figuraría en el rubro picardías y audacias kirchneristas, por supuesto que como propaganda y no como verdad. El escenario próximo y cercano es un empobrecimiento paulatino de la población. La formula de crecimiento sin justicia y distribución, no es ninguna novedad para los argentinos en los últimos treinta años. Deberíamos prepararnos para una cada vez menos elaborada escenografía. La otrora creatividad del publicista Pepe Albistur quizás haya sido devorada por las urgencias oficiales y el creciente descreimiento y desconfianza. Pacto ¿entre quienes? Pacto si, pero social, ni hablar.

No hay comentarios: