Esplendor americano

La vuelta al mundo en ochenta días versión K ha dado bastante de qué hablar. No solamente en nuestro país sino en el resto del mundo.

En los medios se afirma: “Cristina viaja, viaja, viaja, Estados Unidos, Chile, Venezuela, México, España. Con o sin su marido. En Argentina no concede entrevistas; en el exterior, desde hace algún tiempo, ha comenzado a hablar con la prensa. La nueva Evita, la otra Hillary”. Periodistas sin demasiada imaginación y con pocas ganas de investigar su pasado y su futuro se refugian en comparaciones sencillas pero alejadas de la realidad. Mientras tanto, en Buenos Aires, la inflación galopa furiosa, eso sí, sin aparecer en las estadísticas oficiales.

12 años de aires K

La candidatura de Cristina responde a una estrategia que contemplaría una nueva elección de Néstor Kirchner una vez finalizado el mandato de su esposa, en caso de ser electa. Si bien con la reforma de la Constitución de la Nación Argentina en 1994 se permitió la reelección presidencial por otros cuatro años, los Kirchner han considerado prudente no optar por la reelección, más allá del éxito de la administración K en esta primera fase. Los analistas afirman que ”en lugar de arriesgarse a perder estatus durante un segundo mandato consecutivo del presidente Kirchner, la pareja decidió albergar la posibilidad de alternarse en el cargo por, al menos, doce años”, apostando a un reinado conjunto.

Entre Hillary y Evita.. ahí nomás

El New York Times afirma: “La Señora Kirchner parece menos interesada en imitar a Eva Perón que a su ídolo, Hillary Clinton, ambas abogadas cuyos maridos han llegado a la presidencia”. Por CNN en Español declaró: “Hillary en verdad adquirió su estatura nacional debido a que su marido era el presidente. Ella realmente no tenía una carrera política antes de eso, lo cual en verdad no es mi caso''.