domingo, 2 de septiembre de 2007

Semana política nacional

SACATE EL ANTIFAZ

Por: Juan Carlos Camino

La manera ingeniosa de algunos “investigadores periodísticos” de mirar para otro lado a la hora de opinar sobre la realidad política argentina actual es digna de los mejores acróbatas, en este caso de la palabra, y de los mejores circos mediáticos del mundo. En realidad a algunos les sale mejor que a otros. Y a varios se les nota demasiado la evidente intención de salvar el “cuerpito”. No sólo que no lo salvan, sino que además pierden todo resto de dignidad. A la hora de emitir opinión del gobierno de Kirchner, en este caso, prefieren emigrar hacia “investigaciones comprometidas” sobre la miseria en el Chaco, la devastación forestal, los pingüinos (auténticos) empetrolados y alguna lacra social, de las que abundan. De todo eso hay que hablar e investigar, por supuesto. Pero también hay que vincularlo con las responsabilidades actuales y vigentes, sean cuales fueren. ¿Y si no, para que están? Eso de hacerse los profundos y comprometidos, posando que “militan” en el periodismo serio, pero en realidad miran paro otro lado, ya cansa un poco. ¿Por qué será? Quizás sea esa especie de prisión del “discurso progre”. Aunque a veces no lo compartan, no vaya a ser que los tilden de fascistas y autoritarios si llegan a esbozar una critica seria. Unas de las cosas más terribles del macarthismo fueron la cobardía y la autocensura que se generalizó entre muchos escritores, artistas e intelectuales. También hubo valientes, que fueron los que hicieron historia y son recordados respetuosamente.

PESCADO PODRIDO

Existe otra variante del “periodismo profesional”, los que ejercitan el método de la excesiva información “opositora”. Mucha de ésta información inclusive suele ser de dudosa factura o por lo menos tediosa verificación. Entonces suele funcionar el mecanismo de saturación que produce rechazo o el efecto contrario. Tanta información detallada y toda junta, produce un repudio interior de la mayoría de los receptores. Al principio suele ser vergonzante, es decir no reconocido e íntimo. Pero luego suele ser más eficaz y se transforma en adhesión… a lo criticado por la fuente emisora. ¿Es un error? A veces sí, es decir produce el efecto no buscado. Pero la mayoría de las veces suele ser el objetivo perseguido. Mucha de esta prensa es, también, tan impresentable que obviamente produce un alineamiento con lo supuestamente criticado. “¿Ésta es la oposición? ¿Éstos son los escribas y pensadores de la oposición? ¿Esto dicen y de ésta manera? Mejor me quedo con malo conocido.” Parecería ser ésta la secuencia buscada. Por otro lado, ¿existe la prensa opositora?, como concepto me refiero. ¿Es posible? Sería ponerla en una dinámica y lógica absolutamente reduccionista. Lo que pasa es que muchos periodistas y medios aceptan el convite, de ser “opositores”, y esto es lo que confunde. Yo puedo no estar de acuerdo para nada con un gobierno, con una gestión, con un dirigente, etc., lo digo o lo escribo. ¿Y? ¿Eso me convierte en opositor? Y si digo o escribo lo contrario, ¿me convierto en oficialista? ¿Estos son los únicos andariveles por los que transita la pertenencia? En éste péndulo pretenden hacer hamacar a unos cuantos. Aspiro simplemente a decir lo que pienso, más allá de la abundancia y excelencia de la información.

TRES AL HILO

En un total de seis meses hasta fin de año vamos a haber tenido un total de tres elecciones en la provincia de Santa Fe. Cada cual con su correspondiente campaña publicitaria y chicanas varias. Todo en un escenario carente de contenido o por lo menos bastante escaso. Un exceso final, en este último tramo de la segunda elección, donde ya se promete cualquier cosa por un voto. Mucha televisión, cada vez más cantidad de segundos, minutos, ¡horas diría yo! y más cara, se supone. Todo en un tono de mensaje cosmético o diríamos, desodorante, a los efectos televisivos. Caras “comprometidas”, miradas “inteligentes”, supuestas energías y firmezas, mucho photoshop y todo muy producido y hasta si se quiere en algunos casos, glamoroso. Pero que no se les vaya a caer una idea. Todos muy prisioneros de la búsqueda del voto masificado. A veces no importa haber tenido una buena gestión o desempeño personal en la política como para exhibirla convenientemente. ¡No! Parece que es obligatorio ir irremediablemente hacia los peores mecanismos clientelistas. Una lástima.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Grande Diego" y Aguante Viny Pannini"