miércoles, 12 de septiembre de 2007

Lo que viene

Por: Diego Kraljev

Es hora que Kirchner, K, Néstor, Lupin y como quieran llamarlo comience a despertarse... Y es hora que, Cristina, dejando de lado unos minutos el espejo y las revistas importadas especializadas en última moda, se pongan a hacer algo por el país. Ambos viven en campañas. Propias y ajenas (aunque sean propias por parte del ego político). Mientras los almanaques de mi vida se van tornando sepia, a veces me siento un tanto pesimistas con la realidad que nos toca y siento que nos vamos transformando, día a día, en “expertos en supervivencia”. Trato de encontrar los números del Indec y al mismo tiempo voy a la verdulería a comprar 1 tomate (uno). Trato de encontrar EL dígito de la baja en el desempleo y me encuentro a los mismos que hace años sin trabajo o pidiendo en una esquina. Y cuando no encuentro esos datos siento que me mienten... Y me mojan la oreja en forma de ofensa. Hay un serio problema de protagonismo que se traduce en ego. Es ese baho menemista que sigue surcando los cielos de la política para sentir poder, sea como sea. La sucesión de hechos que avergüenzan al país y el contraste de no hacer nada que está llevando a cabo el matrimonio es una clara muestra que los temas no pasan por el bien y el crecimiento de la Argentina, pasan por la búsqueda constante del aumento del ego. Angela Merkel, cancillera alemana y una mujer super influyente, no necesito más que un simple “conjuntito” para “protocolarizar” la visita de Cristina al germano país. En cambio Cristina, cual reina, estaba vestida con lo último de los diseñadores europeos. Y esa no es la verdad del país. El poder en el mundo es otra cosa. El poder en la Argentina es cholulo. Hace que un presidente se sienta un rock star que termina de dar un concierto. El resto... Bueno... Lo que queda después de todo eso, si sobreviviste a la verdulería, al super y a los robos... El resto se llama Argentina y nos vamos despertando “entre canción y canción” para darnos cuenta que todo sigue igual, que nada cambió. Haciendo un paralelismo en estos últimos 4 años Bush se limitó a armar guerra tras guerra y Kirchner a correr provincia por provincia a hacer campaña para todos los candidatos K posibles dejando de lado las cosas verdaderamente interesantes como la educación, los transportes, la salud y la política económica. Con eso se construye un país. Y me creen pesimista... Salgan a la calle y sientan la inseguridad en su piel. Por que el aumento de robo no condice con que haya bajado el dígito de desempleo. Miren lo que pasa con robos y asesinatos a diario sin importar la hora (seguridad) miren los que pasa con los docentes de paro (educación) miren lo que pasa con el “supuesto” crecimiento económico (sigue siendo elevada la cantidad de pobres). Si te ponés a pensar un rato, cinco minutos, parecería que todo está armado y nosotros como cómplices dejamos que las cosas pasen. Por escribir en MAS7 cosas que ustedes saben que son reales y sienten, muchas veces recibo mails colmados de insultos. Pero esto sucede por que la verdad siempre es más lacerante, hiriente y cortante que la más filosa de las espadas. Y quizás fue por eso que tanto San Martín, como Belgrano y todos los padres de la patria, empuñaban la verdad en sus manos para defender estas y otras tierras, para beneficios de todos y para nuestra posteridad, esa que hoy, a comienzos de este septiembre del 2007, no sabemos si le vamos a dejar a nuestros hijos como todos hubiéramos o hubiésemos querido dar. Posteridad, nada más simple y digno de legar. Estamos a un mes y medio de las elecciones nacionales y el panorama es muy parecido al de hace 4 años. Da bronca saber que un presidente “lo pone Buenos Aires” como dijeron los políticos hace muy poco. Es bueno que “el interior” ya no se deja dominar como antes y hoy tiene ideología propia (el voto de hace 10 días lo confirma). Pero no dejamos de ser un mero porcentaje dentro de las urnas del 28 de Octubre. No dejamos de ser una “obra pública o un 20 de Junio” para que un presidente se acerque. Pero por lo menos sacudimos la “modorra” en la última elección... Y nos demostramos, todos, que lo que queremos es un cambio. Es el momento de tener voz y voto... Y falta poco para que puedas lograrlo.

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