miércoles, 24 de octubre de 2007

Cumbres borrascosas


De la peor manera, han pasado a un segundo plano los iniciales, masivos y justos reclamos de los empleados del I.N.D.E.C.

Por: Juancho Caminos

Con motivo del escándalo I.N.D.E.C., hace poco se constituyó una comisión de seguimiento para controlar el cumplimiento de la normalización del organismo y que fuera firmada entre las partes hace más de un mes, luego de un prolongado conflicto gremial. Integran esta “mesa”, el gremio que nuclea al sector estadístico, la Asociación de Trabajadores del Estado, el Ministerio de Economía y la Jefatura de gabinete. Recordemos que la protesta de los trabajadores del Instituto, fue realizada a raíz de las arbitrariedades cometidas desde el gobierno nacional contra el personal y que eran realizadas para “proteger” su intención de continuar manipulando los datos. Se ve que esta comisión existe, fue creada, para no funcionar. O funcionar en otro “sentido”. El viejo truco de “formar” una comisión, y si es grande mejor, para cocinar la protesta, demorar toda normalización y de que no pase nada. De hecho todos los reclamos salariales, sanciones, desplazamientos y cese de contratos del personal más joven, están pendientes de resolución todavía. Hubo una lucha de todos los empleados no dispuestos a aceptar una manipulación alevosa de la información estadística que, además de ser falsa, a la larga hacía peligrar la fuente laboral, al irse transformando en un organismo carente de verdadero sentido existencial. Una movilización que contaba con la simpatía de toda la población, porque es la que padece en carne propia las “originales” e interesadas lecturas de la economía que hace Néstor Kirchner. Todos vimos las mediáticas intervenciones del “comisario político”, una de las principales “espadas flamígeras” del matrimonio Kirchner, Guillermo Moreno. El mundo vió, se anotició profusamente del escándalo inocultable. La protesta gozaba de excelente salud, hasta que se formó la comisión de seguimiento. Sería en todo caso el seguimiento, bien canero, por parte del gobierno para que el conflicto se apague por desgaste y presión sicológica y de las otras. Todo, de mínima, hasta que pasen las elecciones. De la peor manera, han pasado a un segundo plano los iniciales, masivos y totalmente justos reclamos que encarnaba una expresión mayoritaria de los empleados. Ahora también se ha sumado al “control” oficial una figura emblemática de la historia política argentina: el doctor Juan Manuel Abal Medina. Recientemente designado como Subsecretario de Gestión Pública, ha reaparecido públicamente el otrora poderoso ex secretario general del Movimiento Nacional Justicialista en tiempos de la presidencia de Héctor Cámpora, cofundador junto a su hermano, Fernando Abal Medina, de Montoneros y ex esposo de la actual Ministra de Defensa, Nilda Garré. Pavada de “seguimiento”. Pero además, los últimos actos de protesta de la comisión gremial cuenta con la presencia significativa de las Madres de Plaza de Mayo y de algunos dirigentes nacionales “opositores”, como Claudio Lozano, candidato a diputado nacional por Capital Federal por Proyecto Sur, de Pino Solanas. La presencia “eficaz” de las Madres de Plaza de Mayo, notorias aliadas del gobierno de Kirchner, les quitaría protagonismo a los empleados del I.N.D.E.C. y quizás le daría otro “sentido” a los reclamos. Su dolorosa historia, su valiente denuncia, no nos priva en la actualidad de señalar el rol un tanto “intervencionista” que le ha dado su relación con el matrimonio Kirchner. El encierro o encapsulamiento ideológico de la protesta es notable. Lo “llamativo” del caso es que un sindicato experimentado y aguerrido como A.T.E., todavía quede pegado a estas maniobras dilatorias por parte del poder ejecutivo.

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