jueves, 4 de octubre de 2007

Doble discurso


“Vamos a probar con un poco de sinceramiento, a ver que pasa”, habría pensado Kirchner en plena campaña electoral y para darle un manto de “honradez intelectual” a la misma.

Por: Juancho Caminos

Si hay algo que caracteriza “la etapa” es la notable capacidad que han desarrollado los dirigentes políticos, empresariales, periodísticos, etc. y de todos los niveles para cambiar totalmente el discurso de hace minutos por su contrario totalmente distinto. Esto pertenece ya a un período por demás de prolongado y que arranca como matriz, quizás, a mediados de 1976, hace más de treinta años. Los últimos ejemplos nos los allega el propio presidente Kirchner con dos temas muy calientes y de tratamiento casi cotidiano: las papeleras y el tema de la inflación. Con el primero, el presidente hizo un ensayo desde “arafue” para ver si se “despegaba” con una cierta elegancia de ese enredo y con una especie de sinceramiento “pragmático” sobre el tema, que por otro lado no sabe como terminar. El primer resultado que obtuvo fue el tratamiento de traidor por la asamblea de Gualeguaychú. Apenas mencionó, es decir dejó “trascender” dejando abierta la posibilidad de desdecirse, la contundente realidad de la presencia incuestionable de Botnia en el Río Uruguay, los asambleístas se le tiraron con los botines de punta. Viendo este escenario adverso, y ya desde Argentina, no solo cambió el discurso sino que negó enfáticamente haber dicho otra cosa. Con la cuestión de la inflación, pasa algo parecido. A fuerza de negar y ordenar negar la realidad, se ve que las encuestas en ese rubro no le dan bien. “Voy a probar con un poco de sinceridad, a ver que pasa”, parece que se dijo a sí mismo. Pero no mucho, porque tiene intereses creados y tampoco puede negar todo lo que hizo en ese sentido hasta ahora, porque se le desmorona gran parte de la argumentación de su gestión. Hay un innegable intento, por parte de la propaganda “indirecta” oficial, de explotar una imagen de pragmatismo y picardía simultáneas. A veces para lograr la “aceptación” de estos rasgos, el Presidente Kirchner, intenta facturarlo tratando de lograr una cierta “complicidad” con la circunstancial y “lúcida” audiencia que va a “saber comprender de que se trata todo esto”. Creemos que en esta línea, no va a ser lo último que veamos, ni mucho menos. Se avecinan tiempos de descuento electoral y daría la impresión que no le van a hacer asco a nada.

No hay comentarios: