martes, 2 de octubre de 2007

Editorial


Imaginando Argentina

Por Diego Kraljev

Están desesperados. Ante la sucesión de problemas que vienen enfrentando y ante los interminables casos de corrupción que día a día manchan al gobierno, la administración de Néstor Kirchner ya piensa en un escenario repleto de alianzas. El INDEC se ha transformado en un monstruo sin cabeza y ante la explosión de precios se ha vuelto incontrolable. Mendoza fue la gota que derramó el vaso. Cristina Fernández Wilheim no puede escapar a este oscuro panorama político social que la está envolviendo. Además, como si fuera poco, la oposición reveló detalles del fraude electoral que prepara el gobierno para el 28 de octubre. La historia argentina, y sin ser catastróficos en lo que voy a afirmar, dice que estamos ante el mismo clima hostil (económico- social) que terminó echando del poder a De la Rúa. Y los Kirchner lo saben y por eso “dibujan” los índices del INDEC por dos motivos. Primero para no crear el pánico que la gente ya siente y segundo para no “avivar” a los tenedores de bonos que tendrían que sumar unos cuántos dólares a sus arcas si los números reales se dieran a conocer. La Argentina planificada por los Kirchner se encamina hacia el precipicio más profundo arrastrando a todos los que habitamos este suelo. Ellos? Y hablo de los políticos… están hechos… plata les sobra. carteras Louis Vuitton y trajecitos Channel, también. Ningún Presidente, y menos en la Argentina del 2007, es tan patriota para dar la vida por la bandera y mucho menos para ser “demandado por Dios y la Patria” como juran al tomar la llave maestra de esta Nación. Pero que pasará? De ganar Cristina le echará la culpa al gobierno de su marido del cuál fue partícipe? O es necesario que gane Cristina para seguir ocultando las mentiras que se publican? Este gobierno de Néstor Kirchner superó con creces la corrupción Menemista y sumará, a su extensa lista de contradicciones, una enorme cantidad de decretos que supo denostar cuándo hacia promesas de campaña allá por el 2003. Las instituciones del país están en ruinas, hay “manejos” en los índices de precios, la inseguridad reinante no tiene fin, la corrupción no descansa, la crisis energética ya es otra promesa de verano, la falta de combustible también. Las valijas, Los 570 millones de dólares que sacaron los Kirchner y no vuelven al país, la plata de Miceli, el caso Greco, el caso Skanka y una extensa lista que resulta interminable, aún, para las memorias más prodigiosas del siglo XXI: Somos un país modelo de estudio. Nada nos falta. Estamos en el número 105 entre 180 países en la lista de más corruptos. Estamos más cerca de ser los peores que los mejores. Alegría no da. Por otra parte y ante la ola de “sucesos” ocurridos en las elecciones de las distintas provincias, Elisa Carrió y Roberto Lavagna, salieron a solicitar veedores internacionales para que las elecciones tengan la menor probabilidad de ser fraudulentas. Obviamente a ningún candidato le pueden faltar argumentos luego de saberse los de Córdoba y, lo de Chaco. Pero el juez federal subrogante con competencia electoral, Daniel Bejas, confirmó que no es necesario requerir la presencia de veedores para los comicios. Un posible escenario montado? Quién sabe, pero hubiera sido más transparente que se permita el pedido de la oposición. Los K quieren poder hasta el 2011 y no por una mera cuestión patriótica, simplemente quieren ganar por PODER. Pero nada está dicho aún. Los números, a 26 días de las elecciones, no proclaman vencedora a Cristina en primera vuelta y de seguir así, sus porcentajes descenderían aún más propiciando un fuerte encontronazo con toda la oposición que jugará al juego de las alianzas para el ballotage. Lo cierto es que antes y después del 28 dos mujeres serán las protagonistas de este futuro incierto. Ellas serán las que amasarán el destino de nuestro país. Una hace cuatro años que viene sazonando la política con los condimentos más picantes. La otra viene denunciando que el gobierno no termina nunca de cocinar bien las cosas. Dos mujeres... Un mismo plato que se llama Argentina. Tendremos que optar por la mejor receta. Una con algo menos de sal. Los argentinos ya nos volvimos hipertensos a la política nacional.

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