martes, 16 de octubre de 2007

La conspiración


La organización mundial de comercio rumbo a un fracaso anunciado, pero igual nos quieren “cocinar”.

Por: Juancho Caminos

La OMC, Organización Mundial de Comercio, viene de fracaso en fracaso. Le cuesta “disimular” las auténticas intenciones de verdadero “Ministerio de Economía Global”. Pero, además, se le estaría haciendo por demás de trabajoso lograr, en un marco “diplomático” y “pacífico”, la objetiva pretensión del suicidio de numerosos países. A veces, a fuerza de “presión”, persistencia y claudicaciones se obtienen los logros deseados por los poderosos, no sin el concurso organizado de la corrupción cómplice de funcionarios que ocupan lugares claves en los países esquilmados. Son generaciones de apátridas los que consienten estas “ventajas” inapreciables que nos proponen desde la OMC. Y si la “vía pacífica” no funciona, a la larga termina en un conflicto bélico por razones generalmente “inventadas” para la ocasión, ya en los últimos tiempos en forma descarada. La UE (Unión Europea), quizás cortándose un poco sola del resto de los centros de poder económico, ha planteado recientemente, la necesidad de la apertura industrial de las “economías emergentes” o sumergidas según la lectura, a contraprestación de la reclamada suspensión o achicamiento de los subsidios a su agricultura. Si no sucede y por consenso desde los foros internacionales creados “ad hoc”, la UE estaría dispuesta a negociar por separado y en forma directa con el MERCOSUR. Estos temas tienen una antigüedad y morosidad de unos cuantos años en la famosa e ineficaz Ronda de Doha. Nuestros productos agropecuarios no pueden penetrar en los mercados, sobre todo norteamericano y europeo, debido a la sostenida y nunca abandonada política de subsidios a la economía rural de todos estos países. Dicha política proteccionista a ultranza y que nos impide ser competitivos es contradictoria “doctrinariamente” con sus reclamos de desproteger nuestra industria que permita el ingreso en nuestros países de sus productos industriales, ya sea de máquinas herramientas, maquinaria pesada y todo tipo de productos con extraordinario valor agregado. Nos dejan exportar materia prima, pero adonde ellos quieren, y no nos dejan exportar valor agregado. Ha visitado nuestra Argentina, la danesa Mariann Fischer-Boël, comisaria europea de agricultura. Las flagrantes contradicciones de intereses, fueron las que llevaron al montaje de estos organismos de control mundial, pero que han terminado en un verdadero descontrol. La comisaria augura un seguro fracaso de la Ronda de Doha que derivaría en una negociación bilateral directa con nosotros, entre otros países del MERCOSUR, de la India y del sudeste asiático. De todas maneras lo que es evidente que existe una inocultable guerra comercial entre los poderosos. Desde hace casi un siglo “estas” contradicciones fueron zanjadas en los escenarios “periféricos”. Esperemos que no sea este el caso. Muchos analistas consideran que la terrible secuencia terrorista que se ha producido en las entrañas del poder mundial, es una temible y novedosa manera de resolver ciertos conflictos económicos mundiales, y estaría involucrando y militarizando el enfrentamiento en el propio territorio de la naciones poderosas por primera vez.

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