El oro y el moro

El Frente para la Victoria ya no se conforma con sólo lograr la presidencia con Cristina a la cabeza., también quiere quórum propio para la cámara de diputados.

Se hace evidente que el poder marea y necesita de mayorías para construir o destruir a un país a su antojo. Y eso es lo que pasa en la Argentina. El Frente para la Victoria, encabezada en estas próximas elecciones por Cristina Kirchner, busca sumar entre 15 y 20 legisladores más para superar, de esa manera, los 129 diputados que le son necesario para llegar al quórum propio sin tener que contar con aliados que, cada día, son menos. Igualmente no la van a tener fácil ya que muchos de los candidatos que pueblan la boleta K son peronistas federales, radicales K y hasta algún socialista afín a las ideas del gobierno que deberán convivir bajo la batuta kirchnerista. El escenario no es el propicio para esa convivencia. Ya hay quiebres en la relación Cobos Cristina. Según fuentes parlamentarias de obtener los escaños necesarios (El kirchnerismo pondría 49 en juego) se crearía un interbloque que funcionaría bajo el ala del Frente para la Victoria, pero que en su interior abarcaría fuerzas como el Peronismo Federal que aportaría a José María Díaz Bancalari, que renovaría su banca, a Graciela Camaño (esposa de Luís Barrionuevo) y Jorge Landau. Concertación plural cuya cabeza visible no sería otro que el candidato a Vicepresidente, el radical K, Julio Cobos, sumarían a Daniel Katz (Intendente de Mar del Plata), Pedro Erro y Silvia Vázquez y por el lado los socialistas a Jorge Rivas y Ariel Basteiro. Sin embargo, para el próximo período legislativo que se iniciará en esa fecha, el bloque que preside el santafesino Agustín Rossi presentará una conformación ampliada. Entre las figuras del oficialismo que podrían volver a desembarcar en la Cámara Baja a partir del 10 de diciembre se encuentran dos gobernadores, Felipe Solá y Jorge Obeid, mientras que otro lo haría por primera vez: el actual mandatario de Jujuy, Eduardo Fellner.