Por el gran sillón

El 8 de septiembre cerró el plazo para la inscripción de las listas para las elecciones del 28 de octubre. Faltan sólo tres días para que una mujer sea presidenta.

El 28 de octubre los 27.025.917 electores habilitados en todo el territorio nacional, elegirán al próximo Presidente de la República. Además en la provincia de Buenos Aires, también se definirá al nuevo gobernador y a 35 diputados nacionales. Tanto en el ámbito nacional como en el provincial, los candidatos oficiales, Cristina Fernández y Daniel Scioli, son los que cuentan con mayores chances de obtener la victoria según las encuestas previas. Por este motivo, la mayor expectativa e incertidumbre en el territorio bonaerense están puestas en las elecciones comunales, en especial en el Conurbano, donde la mayoría de los intendentes que van por su reelección y que apoyan al Gobierno nacional, deberán competir contra funcionarios y dirigentes que también son kirchneristas. La importancia del Conurbano. Más allá que algunas encuestas le dan la victoria a Cristina, el Gobierno nacional quiere asegurar el triunfo de Cristina en la Provincia y en especial en el conurbano, para impedir un hipotético ballotage. Según la Dirección Nacional Electoral, en la provincia de Buenos Aires están habilitadas para votar 10.011.185 personas, que representan más del 35 por ciento del padrón nacional, y sólo en la Tercera Sección Electoral, en la que se encuentran incluidos los distritos de la región, hay 3.444.643 electores. En los municipios de la zona (Lomas de Zamora, Almirante Brown, Esteban Echeverría, Avellaneda, Lanús, Presidente Perón y San Vicente) hay 1.584.974 votantes (822.406 mujeres y 762.568 hombres), es decir que en la región hay más electores que la suma de las provincias de Chubut, Río Negro, Neuquén, La Pampa, Santa Cruz y Tierra del Fuego que tienen 1.554.529. Por este motivo, el Gobierno nacional permitió que en los distritos de la región haya más de una boleta que respalde a los candidatos oficiales para no permitir que el importante caudal de votos que manejan los intendentes del Conurbano y sus principales competidores se dispersen y vayan a parar a la oposición. Las cartas están tiradas. Habrá que esperar.