EDITORIAL Oct 16

NOS SOBRAN LOS MOTIVOS

Por: Diego Kraljev

12 días... nada. Después, 4 años... mucho. Así estamos, en el medio de cuentas y porcentajes para saber cual será la razón real de nuestra vida ciudadana en Argentina. A pesar de que nada cambio, o mejor dicho que todo pasó y nada quedó, la campaña política con vistas al 28 de octubre ya se encuentra en sus tramos finales. Comenzamos, sin dudas, a conciliar la contradicción que, como pueblo, nos envuelve históricamente. Somos un tango, una queja constante, una garúa finita donde los únicos culpables siempre fuimos los mismos. Qué esperamos? Nadie lo sabe... Por qué votamos así? Nadie lo explica. Einstein decía que si uno hace siempre lo mismo esperando un resultado diferente lo más probable es que estuviera loco. Somos, decididamente esquizofrénicos, por que sin dudas obviamos o mutamos la conciencia de la realidad. Y la realidad hoy es tan tenebrosa como la profecía. Estamos terminando un gobierno oligárquico donde, increíblemente, los que piensan y tienen el poder de actuar no actúan o no participan activamente de la política. Es un gobierno que preparó el terreno para gobernar eternamente para una gran mayoría de pobres que habitan el país. A los únicos que les jode todo lo que sucede en el país es a la clase media, media alta. Al tipo que trata de llevar, aunque sea pan a su mesa, ni le interesa si Skanka es una empresa o como dijo un intelectual argentino es un yogurth. Al tipo que está acostumbrado a que el gobierno le prometa la bendita cloaca o la calle asfaltada no le interesa que Miceli tenga 180 mil pesos en su baño o que Picolotti apañe a 350 ñoquis. Al gobierno no le interesa que manden cadenas de mails denunciando toda la corrupción K por que sólo un 20 % de la población tiene internet y pertenece a la minoría absoluta. Se entiende? En un país con 10 millones de pobres las grandes tranzas no tienen sentido o no se entienden. Las paparruchadas del gobierno afectan a la clase media, media alta. El resto, la mayoría de la población espera, con esa impronta peronista desplegada por el gobierno, una ayuda que nunca llega por que siempre va a tener el extraño gusto de la promesa. Y el resto no hace nada. Sólo guarda la queja y el típico “yo no lo voté” cuando sale del cuarto oscuro. Cristina no es garantía de una vida productiva. Su marido, con una imagen cada vez más baja luego del desgaste producto de todos los terribles casos que sacudieron a la opinión pública, nos viene mostrando que el camino tomado no es el correcto. Ella piensa seguirlo para hacer el 16 K. 4 años Néstor K, 4 años Cristina K y otros 4 Néstor K. No se trata, como propuesta, que se produzca una aproximación a tener un país mejor. Se trata de una necesidad imperiosa de transformarnos en un país mejor. Sin medias tintas. Hay que votar por convicción y no por razones electorales o partidarias. La política ya no es un Newell´s - Central donde uno tiene que tomar partido por un equipo. Acá se trata de buscar lo mejor para un país habitado por 40 millones. Perón se fue hace rato. La generación que hoy tiene 40 apenas tenía 7 cuando murió. Balbín murió hace rato. Illia, murió hace rato. Esa generación de grandes dirigentes se fue. No podemos vivir llamando fantasmas. Hoy a 12 días necesitamos creer en una fuerza futura y no en recuerdos. Obviemos los mensajes progres en un país que acumula pobres. Argentina no PRO... Es PO (bre) y en todo sentido. La pobreza en la Argentina creció a paso firme. Hoy las villas se agrandaron y seguirán haciendolo. La política económica - social impuesta por los K está llegando a su fin, él ya le puso fecha el 10 de diciembre cuando se liberen los precios y se produzca la eterna estampida de verano. Total, a quién le importa... Cristina será la primera presidenta, hará historia y las quejas llenaran las charlas durante otros 4 años. La memoria nos corresponde a todos, recordar lo vivido en estos últimos 4 años también. Churchill decía que “el político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el predijo”. Ojalá lleguemos al punto en el cual merezcamos un país mejor y no tener hoy esta Argentina que nos merecemos. Quizás no falte mucho, pero seguro habrá que seguir esperando.