jueves, 25 de octubre de 2007

Más allá de los sueños


En una pequeña reunión que se llevó a cabo en el mítico bar El Cairo, la Coalición Cívica, con Lilita a la cabeza, aseguró que “existe la posibilidad cierta y real de una revolución en paz para ir juntos al ballotage”

Por: Fabián Guzmán

Elisa Carrio y Rubén Giustiniani, candidatos de la Coalición Cívica, estuvieron ayer en Rosario. Fue una de las últimas paradas en su campaña hacia el domingo 28 de Octubre. En horas del mediodía y tras una breve caminata por peatonal Córdoba, acompañada por un muy buen número de militantes, simpatizantes y curiosos en general la comitiva llegó hasta el bar El Cairo donde se desarrollo una breve conferencia de prensa. La sorpresa no fue la adhesión que generan tanto Carrio como Giustiniani en Rosario, este último hijo de la ciudad (Carrio, en las presidenciales de 2003, fue quien más votos recibió en estos pagos). La sorpresa la dio otro socialista Miguel Lifschitz, el intendente rosarino estuvo presente y manifestó en público su respaldo a la fórmula de la Coalición. Una vez en la conferencia, tanto Carrio como Giustiniani se mostraron solventes ante las preguntas del periodismo. La pregunta era obvia, estaba en el ambiente y fue respondida de la única manera posible, dada las circunstancias que envuelven los diferentes comportamientos de los principales dirigentes del socialismo con respecto al gobierno nacional. Le preguntaron a Carrio sobre los dichos de Binner, cuando este habría sufrido “una emboscada” días atrás y mencionado que descontaba un triunfo de Cristina Fernández de Kirchnner en primera vuelta. La Dra. Carrio, con gesto pícaro, cedió la palabra a su compañero de fórmula, el presidente del socialismo y Senador Nacional; el Ing. Giustiniani sostuvo que el Dr. Binner ya había manifestado públicamente que votaría a la fórmula de la Coalición, que el socialismo ya había sufrido varias “emboscadas” durante la campaña, y que en ningún momento se pidió del compañero otra cosa. Remató diciendo que esta campaña fue realiza únicamente por los candidatos de la Coalición, que es apoyada por la mayoría de los socialistas. Antes había hecho uso de la palabra el intendente de la ciudad. El Ing. Miguel Lifschitz descontó el apoyo de millones de argentinos a la Coalición, a la que describió como el nuevo espacio progresista que va despuntando en el horizonte político de la Argentina. Pero fue sumamente cauto en cuanto al resultado final del comicio. En cuanto al hecho de que la mayoría de los medios gráficos difundían encuestas que vaticinaban el triunfo de Cristina en primera vuelta, Carrio destaco que en comparación con campañas anteriores, donde sostuvo haber sido blanco de despiadas operaciones de prensa, esta vez se sintió bien tratada por los medios y ponderó especialmente al periodismo independiente. Dijo: “Se que el domingo existe la posibilidad cierta y real de una revolución en paz, todos debemos ir juntos al ballotage, estamos haciendo ya una elección histórica, conformamos una coalición cívica y ya hoy podemos decir que somos la segunda fuerza política nacional del país pero falta más, más allá de esta victoria contundente que vamos a obtener a lo largo y a lo ancho del país como dijo Miguel (por Lifschitz) ya somos millones de argentinos y argentinas y tenemos que ser el domingo la primera fuerza en el país”. Una colega de un medio oriundo de los pagos del obispo Joaquín Piña, le preguntó qué haría en concreto con el flagelo de la pobreza y Carrio, una vez más, destacó el plan de Ingreso Ciudadano y Universal de todos los niños hasta 18 años del país y terminar con el aparato clientelistas de intendentes y punteros. Ponderó las gestiones de Hipólito Irigoyen y Juan Domingo Perón como las que significaron un avance en la cuestión social. No debe sorprender que se vuelva frecuente el hecho de que Elisa Carrio abreve en aguas de los populares; en sus oficinas es común encontrarse con cuadros de Eva Duarte y últimamente se viene manifestando como una "republicana con decisión peronista".

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