martes, 30 de octubre de 2007

Danza con lobos


Una de las pesadillas que desvela a la futura presidente Cristina Kirchner, estaría en lo “estratégico” que resultó ser el montaje del “sistema” Moyano.

Por: Juancho Caminos

Se aproxima una pulseada gremial bastante inédita en la Argentina. La poderosa trama de la carga y el transporte, en todo el territorio terrestre, fluvial y marítimo conducido por Hugo Moyano, va a medir fuerzas con sectores más heterogéneos del gremialismo nacional por la conducción de la CGT y los favores presidenciales. El “Negro” Moyano ha tejido un poderoso sistema sindical que reconoce a los principales gremios del trasporte de carga alineados férreamente de su lado. Su propia entidad con 150.000 afiliados sobre 322.000 chóferes, La Fraternidad con 20.000 afiliados y la Federación de Estibadores Portuarios (FEPA) con 20.000 socios para sesenta y dos puertos, han hecho causa común de intereses políticos y económicos. Recordemos que Moyano se preocupó que SUPA (Sindicato Único de Portuarios Argentinos) recuperara la personería gremial perdida en los `90. En aquel período, todo el sistema gremial portuario había quedado desvastado. Hoy, de la mano de “Huguito”, el SUPA preside la Federación de Estibadores Portuarios y de la Industria Naval de la Republica Argentina (Fepimra). Conclusión, manejan todos los puertos argentinos. Kirchner habría logrado, días previos a las elecciones, bajar un poco el grado de conflictividad en el panorama laboral. Estos acuerdos preelectorales, que permitieron “emprolijar” un poco la gestión gubernativa del último tramo previo al recambio político, se dio tanto para frenar los reclamos de sector como para postergar brevemente la puja interna. ¿A quién se enfrenta Moyano? Barrionuevo de gastronómicos y un conjunto de gremios chicos, más los probables “gordos”, es decir Luz y Fuerza, Sanidad y Comercio, como los principales. Agregándose las pretensiones de la gente de Obras Sanitarias y la Construcción. Habría que sumarle un también fortalecido gremio de los metalúrgicos. La otrora todopoderosa U.O.M., parece que está saliendo de un largo letargo que coincidió con la desindustrialización constante de la Argentina. Su masa de afiliados cayó a niveles muy bajos. Hoy estaría rondando los 220.000 afiliados, número que le permite dar pelea por un mayor protagonismo cegetista. La alianza del actual jefe de la C.G.T. con el gobierno actual y con el que le sigue, que es el mismo aunque “actúe” otra cosa, no se va a desarmar. Solamente van a tratar de condicionar al camionero, por si las moscas. En un escenario próximo con desproporcionadas carencias económicas en el ingreso económico de los hogares humildes y con reclamos salariales en ciernes, a las autoridades nacionales no les conviene que el sistema Moyano, esté en la vereda de enfrente. Ya hubo un par de amenazas veladas y de las otras. Camioneros tiene una alta capacidad de movilización con afiliados y con una muchachada para todo servicio de algunos barrios cadenciados de las grandes ciudades. Pero eso no sería lo peor para el gobierno. La verdadera pesadilla que desvela al futuro gobierno de Cristina Kirchner, está en lo “estratégico” que resultó ser el montaje del “sistema Moyano”. Un conflicto importante con este sector gremial puede semiparalizar la economía nacional. Cosa que hemos visto, a escala más reducida, pero como una amenazante hipótesis. Recordemos que hoy, en la Argentina, no hay saca de dinero, bolsa de basura, contenedores, cargas portuarias y formaciones ferroviarias para todo tipo de transporte, que en última instancia no estén ligadas y dependientes de la “normalidad” del funcionamiento de una aceitada “orga del transporte” regenteada por Hugo Moyano y sus boys.

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