jueves, 11 de octubre de 2007

Descontrolados

En un país donde la inflación real se asegura ronda los 20 puntos que los supermercadistas bajen un 5 % no va a cambiar en nada la alicaída política económica actual.

El precio del tomate puso en jaque a Kirchner quien, presionado, aseguró que el gobierno tendría que hacer un seguimiento más exhaustivo de los precios. Recordemos que Argentina tiene una política de desregulación tan amplia y bondadosa que termina perjudicando los bolsillos de los consumidores. No se trata de echar culpas sólo a los especuladores. Se trata de solucionar un problema interno que a Kirchner se le fue de las manos. Todos sabemos y sentimos que la inflación actual en el país ronda el 20 % y que Néstor trate de tapar el sol con el pulgar al bajar un 5% hasta diciembre no es solución. Igualmente celebró la firma de un acuerdo con representantes del sector de supermercados para reducir el precio de los productos alimentarios y aseguró que en la Argentina "no hay control de precios" Además, alentó el boicot contra las verduras con valores muy elevados, al reclamar a los consumidores que "no compre a aquellos que por cuestiones estacionales los están saqueando". Dijo que "es un muy buen ejemplo" la decisión de las principales cadenas de supermercados de bajar los precios y agregó: "Quiero agradecer la decisión de bajar los precios como un gesto que tiene valor de bolsillo pero también el valor conciencia, de cuidar este proceso que ha permitido que en la Argentina baje la pobreza" y también "la indigencia" y "la desocupación". El sector privado estuvo representado por los directivos de Supermercados Jumbo, Toledo y Coto.

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