jueves, 25 de octubre de 2007

Pura sanata


Triste panorama presentan las elecciones presidenciales del próximo domingo, habida cuenta del asesinato de los policías bonaerenses, el incremento explosivo de los precios y el fraude electoral que ya se está produciendo.

Por: Matías Ruíz

En las "elecciones del desgano", solo faltaba un hecho que sacudiera el aparato de propaganda de los Kirchner. Y tuvo lugar en una de sus peores formas, con el homicidio de los jóvenes agentes de la Policía Bonaerense Pedro Díaz, Alejandro Vatalaro y Ricardo Torres Barbosa en la ciudad de La Plata. El hecho conmovió por la saña, y por estas horas conmueve al mundo de los medios pues ya ha circulado información que habla de hipótesis diferentes a las que circularon en un primer momento. Comienza a rebotar por los pasillos de la información, entonces, una nueva posibilidad: que la masacre pudo ser cometida por elementos radicalizados de izquierda, con pensamientos y motivaciones similares a los siniestros personajes que manufacturaron el autosecuestro de Luis Gerez y que en mucho tienen que ver con la reclusión forzada de Jorge Julio López. Se habla, en todos los casos, de elementos ideologizados con origen en grupos piqueteros y el propio kirchnerismo. Para quienes no ha pasado desapercibida la masacre de los jóvenes policías fue para los miembros del gabinete del Presidente Kirchner. Aníbal Fernández, el cuestionado Ministro del Interior, salió a dar las promesas de rigor para encontrar a los verdaderos culpables del sanguinario crimen. Tal vez el error más repudiable haya sido cometido por el propio Presidente, quien salió a anunciar -sin pruebas ni elementos, como siempre- que el homicidio podría ser una operación de desestabilización. Néstor Kirchner no solo ha cometido la torpeza de comentar sobre lo que no sabe: con sus palabras ha demostrado que ya está aprovechando políticamente la situación para victimizarse. El cóctel que el oficialismo ha preparado concienzudamente en materia de encuestas conlleva un ingrediente iridiscente y peligroso: pocos "expertos" kirchneristas han considerado que la elección del domingo se definirá en las últimas tres horas de la jornada. Esto se debe al elevado porcentaje de indecisos que siempre concurren en las últimas horas al acto. En definitiva, podría ocurrir absolutamente cualquier cosa : desde un triunfo de Cristina en primera vuelta, como también una victoria de Elisa Carrió o de Roberto Lavagna. El planeta de la psiquis humana es un terreno apto para lo imprevisto. No existe ciencia exacta que pueda predecir el futuro, ni la habrá jamás. El domingo, podría ocurrir que un porcentaje importante del electorado decida que está harto, no solo de las elecciones sino de la soberbia de Néstor y Cristina, y podría decidir echarlos a fuerza de puntapiés. No está muy claro qué tan efectivo pueda ser un gobierno de Elisa Carrió o qué tanta firmeza de carácter aportaría el ex titular de Economía, Roberto Lavagna. El domingo nos enteraremos sobre si los argentinos prefieren a lo peor de los conocidos (ya en el poder), o si acaso vale la pena darle la oportunidad a los referentes opositores más potables.

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