martes, 16 de octubre de 2007

Deuda eterna


El crédito se encareció y se fueron achicando los plazos de repago. Apareció entonces la “reacción” oficial.

Por: Juancho Caminos

En los últimos cuatro meses, ha sido notoria la “exportación” de divisas en dólares de la Argentina por parte de la gran empresa extranjera que opera en nuestro territorio. Esta operación, por otro lado “inendetenible”, se hizo a medida que se fue consumando la masiva venta de sus bonos. Ya no había tantas garantías de ganar cifras increíbles con los bonos de capital indexado por el CER, a raíz de la manipulación del I.N.D.E.C. (que al gobierno le trae beneficios de caja) y, además, la estabilidad cambiaria se trastocó alterando la “tranquilidad” especulativa de poder vender en cualquier momento. De aquellas inestabilidades financieras mundiales, que a la Argentina la toma en pleno trámite de su economía en un tono predominantemente especulativo y no en una sólida y genuina marcha productiva integral, nos fueron quedando peligrosos “indicadores”. El préstamo interbancario trepó a casi el treinta por ciento anual, triplicándose, la suba de las tasas encareció notablemente el crédito en cuotas en todo tipo de artículos del hogar y consumo en general, en no pocos casos se cuadruplicó el costo de los préstamos a plazo. El crédito no solo se encareció sino que se achicaron los plazos del mismo. Los bancos fueron retirando de su oferta todas las líneas operatorias a tasa fija. Y entonces, y en plena campaña electoral, apareció la “reacción” de Kirchner. Reacción calculada, por otro lado, que le permitiría al gobierno descomprimir la noticia cotidiana y odiosa de la inflación y supuestamente atacar a la “usura”. Parece que la historia personal del presidente en la parte del cobro de “intereses”, y que fue en gran medida, el origen de gran parte de su fortuna personal durante el proceso militar, no lo deja como un “Robin Hood” precisamente. Habría sido una tradición familiar que nos remonta a tiempos del “abuelo” Kirchner. Kirchner vs. Bayer. El abuelo de Osvaldo Bayer, hoy “extrañamente” poco promocionado, sería uno de los damnificados patagónicos de la voracidad usurera. Al punto de perder su casa, a manos de la familia Kirchner, verdaderos “pioneros” australes de las altas tasas financieras, en los siempre indómitos y hostiles parajes sureños. El siempre “redituable” negocio político de tirarle piedras al sistema financiero ha vuelto a ser ejecutado por el presidente Kirchner. Recordemos el caso Fondo Monetario Internacional. Una buena cantidad de ilusionados argentinos, que prácticamente salieron a festejar aquella supuesta “expulsión” de uno de los organismos internacionales de administración de la usura, hoy quizás todavía no hayan digerido aquel trago amargo, develado para muchos, tiempo después. El FMI sigue en la Argentina, pronto vamos aumentar nuestra “deuda eterna” por vía del otorgamiento de créditos usurarios para pagar deuda usuraria. Estas “ventajas financieras” nos las allegaría el organismo expulsado “patrióticamente”. No el único, ni el último, lamentablemente. “Hacemos como que los apretamos y ustedes hacen como que reculan. Es por un rato nomás.” En estos términos parecería que se desarrollaría parte del nuevo “guión” de una nueva actuación electoral, que permitiría “elaborar” encuestas, también actuadas, donde se reflejaría lo “bien” que habría tomado toda la ciudadanía esta nueva cruzada en defensa inclaudicable de sus intereses. Y ya en un tono totalmente audaz desde el punto de vista teatral, han creado, en la figura de Guillermo Moreno, una suerte de “comisario político” muy mediático que con cara de malo (en realidad sería para impresionar a la gilada), lo ponen al frente de un denodado y renovado combate contra la usura.

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